¿ES UN LUNAR O UNA VERRUGA?
Por no conocer las características de un lunar y de una verruga, muchas veces llegamos a confundir uno con el otro. No se trata de algo meramente estético, pero es bueno conocer la diferencia entre ambos.
Detectar a tiempo las anomalías en las manchas o protuberancias de la piel puede evitar el cáncer, entre otras.
Aquí te presentamos las diferencias entre los lunares y las verrugas:
Lunares: El lunar común es un pequeño bulto que aparece en la piel, de color rosado, castaño o tostado y tiene bordes definidos. Aunque la mayoría aparecen al nacer, pueden surgir en cualquier momento de la vida.
Aquellas personas con más de 50 lunares comunes tienen más posibilidad de padecer algún tipo de complicación o cáncer de piel; pero la mayoría de estos no producen enfermedades graves y pueden permanecer en el cuerpo sin problemas.
Sin embargo, es bueno destacar que la gran mayoría de los lunares comunes no producen ninguna patología grave y pueden permanecer en nuestro cuerpo sin problemas.
Si el lunar es displásico, plano y grande, sin forma redonda u ovalada y con borde poco definido, hay que consultar al dermatólogo, quien se encargará de dar su diagnóstico y pedir estudios especiales.
También debes acudir al médico si el lunar se hace más abultado; crece de tamaño; cambia su forma; pica, sangra o supura; si aparece uno que no se parezca a los demás.
Un lunar común tiene 5 milimetros de ancho, puede ser ovalado o redondo, la superficie es lisa y tiene un borde definido, en forma de cúpula.
Los lunares son lesiones en la piel que tienen células encargadas de dar pigmento, pueden ser congénitos o adquirirse con el tiempo. En promedio, un adulto tiene 40 lunares en todo su cuerpo y la posibilidad de que se conviertan en dañinos o cancerígenos es de 0.1 o 0.2 por ciento.
La posibilidad de que un lunar se convierta en cáncer de piel es por los siguientes factores:
- Cantidad de lunares: Más de 50 en el cuerpo puede indicar una anomalía, aunque no en todos los casos es cáncer de piel.
- Exposición al sol: Las quemaduras graves por la exposición al sol, no tener prácticas saludables en relación a los rayos solares, no usar bloqueador solar, tumbarse en la playa entre las 11 y las 16 horas o estar bronceado todo el año.
- Antecedentes familiares: Si algún miembro de la familia ha padecido problemas en la piel o cáncer, hay que poner más atención a la exposición solar y a la aparición de lunares malignos.
Verrugas: son lesiones cutáneas provocadas por el virus del papiloma humano. Su forma es variable y antiestética.
Extirparlas no siempre es sencillo, ya que presentan su sistema de irrigación sanguínea propia y causan sangrados abundantes cuando no se utilizan mecanismos médicos. Incluso puede causar dolor porque la verruga compromete terminales nerviosos.
Su desarrollo se relaciona con un fallo o déficit en el sistema inmune y de acuerdo con el serotipo del virus, afecta una zona diferente del cuerpo: manos, rostro, nuca, pies, axilas o genitales y pueden desprenderse y desaparecer de forma espontánea.
Técnicas para quitar verrugas:
- Criocirugía: Se utiliza nitrógeno líquido o dióxido de carbono sólido (hielo seco) para congelar el tejido. Es doloroso, pero es de los más efectivos para erradicar las verrugas.
- Medicación tópica: Preparados especiales con ácidos que las queman de a poco.
- Electrodesecación: En caso de que las verrugas sean benignas, no es recomedable porque genera cicatrices antiestéticas.
- Extirpación quirúrgica: No es muy efectiva debido al riesgo de diseminación viral y el índice de reincidencia.
- Antibiótico inyectable: Provoca la inhibición del ADN de la verruga para prevenir que se siga expandiendo.
- Láser: Se aplica una inyección en el centro de la verruga para dormir la zona y se extrae “quemando” los alrededores para que se desprenda sola (Con información de Mejor con salud).